Socimis: ¿capitalismo popular o cosa de grandes inversores? (España)
Según la información facilitada a la CNMV, un 45% del valor de las 5 Socimis que cotizan en el continuo, más Realia, EUR 5.696 millones de los EUR 12.681 millones totales de capitalización al 30-10-17, está en manos de 35 grandes fondos o empresas. En volumen, dos tercios capital extranjero, un tercio español.
Hispania (75%), Lar España (64%) o Realia (77%) dependen de un puñado de accionistas (o de uno mayoritario en el último caso), inversores profesionales con diferentes estrategias en cuanto a plazos de su inversión o criterios de rentabilidad o permanencia. Los responsables de estas compañías nos parecen malabaristas que tienen que mantener media docena o más de pelotas en el aire para que el público se divierta. Y que cuando una les cae, han de conseguir ¡que otra ocupe su lugar y se note lo menos posible…!
Por supuesto que tratar con pocos accionistas tiene sus ventajas. Poniendo de acuerdo a unos pocos se va adelante con los planes de la empresa o se amplía capital con velocidad y sin necesidad de mucha publicidad. Pero debemos reconocer que una base de accionistas amplia es una gran ventaja para la estabilidad de la empresa en el largo plazo y esa es una meta que ningún gestor debería abandonar.
No es fácil saber cuántos accionistas tiene una empresa cotizada. Las empresas por supuesto lo saben, porque deben convocarles a sus juntas, pero no es un dato habitual. Sí lo encontramos en algunas de las grandes. Banco Santander tiene 4.070.000 (de los que el 89,6% representan el 7,5% del capital). Telefónica, 1.323.000. BBVA, 901.000 (87,1% para el 10,6% del capital). En las Socimis, no lo hemos visto.
Ello hace que el volumen efectivo de todas menos Merlin y Colonial sea corto. No debería ser un obstáculo para los pequeños inversores en cuanto a liquidez, pero sí es una amenaza de una mayor volatilidad. Y lo que menos quiere un inversor con vocación inmobiliaria es volatilidad.
Mientras la estructura accionarial de las Socimis medianas no cambie, cabe pensar que a algunos inversores pequeños/medianos les inquiete su dependencia de unos pocos accionistas. En cuanto a las dos mayores, Merlin y Colonial, pasada la ebullición del 2014, con un “free float” en torno a dos tercios de su capital, son las apuestas más claras en cuanto a estabilidad. Aún pueden mejorar en cuanto a volumen efectivo, causa y efecto de la ampliación de su base accionarial.
Los gráficos siguientes muestran la relación entre el volumen efectivo anual (2017 hasta el 30-10) y la capitalización de la empresa (fuente BME):
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